En Lisboa cogeremos el tren que nos llevará cómodamente hasta Palmela, en 40 minutos.
Una vez allí, la primera parada será el Castillo, una pausa para tomar café y probar el delicioso queso de Azeitão. Sin neblina, Las vistas desde el castillo son deslumbrantes, desde allí se avistan los rios Tajo y Sado, y las sierras de Arrábida y Sintra.
Seguimos con nuestro paseo por Vale de barris, primero sobre asfalto y luego sobre caminos abiertos entre pastos y viñas hasta llegar a Vila Nova de Azeitão, conocida por su vino licoroso moscatel, el queso y sus pastelitos, las llamadas «tortas».
Pedalearemos en dirección a la sierra de la Arrábida, y decidiremos que camino tomar, o junto a las playas, donde podremos remojarnos, o por la montaña, donde las vistas son de cortar la respiración. En cualquier uno de los casos la presencia del azul del mar es majestuosa.
En Setúbal, la comida será pescado asado, recién llegado de la lonja, situada a dos pasos del restaurante. El regreso a Lisboa se hará en tren.