Conozca a fondo lo que la gran región del Peloponeso puede ofrecerle, junto con el sitio arqueológico de Delfos, en este tour de tres días. El primer día comienza con la salida desde nuestra terminal hacia el Canal de Corinto, donde realizaremos una parada. Si tiene suerte, podrá presenciar el paso de algún barco por el canal mientras un tren circula sobre el puente. Retrocederemos tres mil años para visitar la poderosa Micenas, ciudadela de los Atridas, la ciudad maldecida por los dioses y "rica en oro" según Homero. Aquí se aprecian las murallas Ciclópeas, la célebre Puerta de las Leonas y el Tesoro de Atreo o Tumba de Agamenón. Visitaremos también el museo del yacimiento. Más tarde, nos adentraremos en la cultura del siglo IV a.C. en el santuario de Esculapio en Epidauro, centro de la medicina antigua. El Teatro de Epidauro, con su acústica perfecta y armonía de proporciones, es una visita esencial. Por la tarde, atravesaremos el Peloponeso central hasta Olimpia, donde cenaremos y nos alojaremos.
El segundo día está dedicado a Olimpia, el idílico valle del Alfeo y la cuna de los Juegos Olímpicos. Recorreremos las ruinas de las edificaciones destinadas a las celebraciones deportivas: el gimnasio, la palestra, el Theokoleon y el taller de Fidias, cuyo santuario albergó la estatua de Zeus Olímpico, una de las siete maravillas de la Antigüedad. Visitaremos el Estadio y el Museo de Olimpia, que contiene gran parte de los restos arqueológicos del templo de Zeus y objetos hallados en las excavaciones. Por la tarde, regresaremos al continente a través del imponente puente colgante Rio-Antirio (el más grande de su tipo), y nos dirigiremos a Delfos para cenar y alojarnos.
El tercer día explora Delfos, el "ombligo del universo", uno de los principales centros religiosos de la Antigüedad, donde los peregrinos consultaban el Oráculo de Apolo. Recorreremos la Vía Sacra, decorada con innumerables ofrendas y tesoros como el Tesoro de los Atenienses, hasta llegar al Templo de Apolo, centro del famoso Oráculo. La inmersión en el yacimiento se completa con la visita al Museo de Delfos, que alberga piezas fundamentales como la copia del ombligo del mundo y la estatua del Auriga. Finalmente, volvemos a Atenas dejando atrás el Monte Parnaso y la pintoresca localidad de Arahova.