Este recorrido por Belén y Jericó pasa por la Posada del Buen Samaritano, donde Jesús hizo su famosa parábola.
Conduciendo por el Desierto de Judea, pasando por Wadi Kelt, vemos el Monasterio de San Jorge del siglo V enclavado en los acantilados y nos detenemos brevemente en el cartel que indica el "nivel del mar" antes de descender a Jericó.
En el Antiguo Testamento, los muros de Jericó cayeron cuando Josué marchó con su ejército alrededor del perímetro en nombre de Dios. En el Nuevo Testamento, Zaqueo, el recaudador de impuestos se subió a una higuera sicomoro para ver a Jesús entrando a Jericó. En nuestro recorrido por Jericó, vemos el famoso sicomoro. Podemos ver el Monte de la Tentación no muy lejos de Jericó. Aquí Jesús pasó 40 días en el desierto y el diablo trató de tentarlo a abandonar a Dios.
Dejando Jericó, la gira continúa hacia Belén, donde Cristo nació hace más de 2,000 años. El recorrido de Belén se detiene en la Plaza del Pesebre, donde visitamos la Iglesia de la Natividad, que alberga la Gruta de la Natividad donde nació Jesús y donde se puede ver el mosaico original excavado del siglo IV. Hoy la Iglesia es un tesoro de características exquisitas. En la Gruta Santa, una estrella de plata indica el lugar exacto donde nació Cristo.
La siguiente parada en Belén es la Iglesia de Santa Catalina. Entramos por debajo de la Iglesia a una antigua cueva donde San Jerónimo tradujo la Biblia hebrea al latín. Salimos de Belén en nuestro viaje de regreso a Jerusalén y pasamos por el Campo de los Pastores. Fue aquí donde los pastores observaban a sus ovejas por la noche en la víspera de Navidad. Después de un viaje emocionante y cargado de espiritualidad, el tour de Belén y Jericó llega a su fin.