Su aventura por el Valle del Loira comienza en Tours, la puerta de entrada a una época de esplendor y realeza. A bordo de nuestra minivan, dejaremos atrás la ciudad para encontrarnos con el Château de Chenonceau, una maravilla de la ingeniería y el arte que parece flotar sobre el río Cher. De la mano de un guía local apasionado, descubrirá cómo este castillo se convirtió en un símbolo de poder femenino, paseando por sus galerías bañadas por el sol y sus jardines geométricos. La experiencia aquí es de una paz absoluta, ideal para quienes buscan apreciar el refinamiento francés en su máxima expresión.
El viaje da un giro hacia la majestuosidad pura al llegar al Château de Chambord. Este no es solo un castillo, es la declaración de un imperio. Su guía le ayudará a descifrar el laberinto de piedra de su famosa escalera de doble hélice y le llevará a los mejores puntos panorámicos, donde podrá contemplar el horizonte de torres que imita una ciudad imaginaria. Entre anécdotas sorprendentes y detalles que suelen pasar desapercibidos para el turista común, comprenderá por qué este lugar es el tesoro más grande del Loira. Tras un día de contrastes entre la delicadeza y la grandiosidad, regresará a Tours con una perspectiva renovada sobre el legado cultural de Francia.