Desde su rico patrimonio y barrios históricos, hasta la cultura del fado y los deliciosos Pastéis de Belém, la capital portuguesa presenta muchas razones para visitarla.
En Belém se encuentra la zona monumental de Lisboa, donde se encuentran los monumentos más importantes de la capital. Encontrarás el Monasterio de los Jerónimos, uno de los monumentos más atractivos e imponentes de la ciudad, clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Al visitar su iglesia, también de estilo manuelino, asegúrese de observar las tumbas de personalidades históricas de renombre como Vasco da Gama, Luiz de Camões y el rey D. Manuel.
En el National Coach Museum (los miércoles la visita al Coach Museum será sustituida por la visita al Museo del Tesoro Real), disfruta de la colección más notable del mundo dentro del género. Esta visita permite comprender la evolución técnica y artística de los medios de transporte utilizados por la corte europea hasta la aparición del automóvil. Conozca el nuevo edificio del museo, inaugurado en mayo de 2015.
Junto al río Tajo, se encuentra la Torre de Belém, un hito de los Descubrimientos portugueses: una fortaleza del estuario del Tajo y punto de partida para los viajes a India y Brasil, que conectan Europa con el resto del mundo. A continuación, El Monumento a los Descubrimientos, un imponente monumento con forma de carabela que muestra importantes personajes vinculados a los Descubrimientos y al glorioso pasado de Portugal.
En el centro de la ciudad, disfrute de la hermosa Plaza del Comercio. Una de las plazas europeas más grandes y una vez el palacio real de Portugal. Aquí también se encuentra el café más antiguo de la ciudad, el famoso “Martinho da Arcada”, que solía ser frecuentado por el conocido poeta portugués Fernando Pessoa.
Luego llegarás a Alfama, uno de los barrios más antiguos y auténticos de la ciudad, un lugar de rincones escondidos y calles estrechas, donde vale la pena perderse.
Tómese un breve descanso y agregue sabor a su visita guiada probando el famoso vino de Oporto en una tienda local.
En el camino de regreso a la plaza Marquês de Pombal, contemple las hermosas plazas de D. Pedro IV, más conocidas como Rossio, y Restauradores antes de entrar en la Avenida Liberdade, la versión lisboeta de los Campos Elíseos parisinos flanqueados por hermosos edificios antiguos, teatros y grandes comercios de lujo.
¡Un recorrido imprescindible de medio día perfecto para los amantes de las escapadas urbanas!