Este recorrido por el centro de Malta invita a descubrir algunos de los lugares más emblemáticos de la isla, comenzando por la ciudad de Mosta. En su corazón se encuentra una iglesia inspirada en el Panteón de Roma, construida en el siglo XVIII y conocida en todo el país desde 1942, cuando una bomba que cayó durante la Segunda Guerra Mundial no llegó a explotar, salvando así a unas 300 personas. Su imponente cúpula es una de las más grandes del mundo sin soporte interno, lo que la convierte en una verdadera joya arquitectónica y un símbolo destacado de la ciudad.
El itinerario continúa en Ta’ Qali, una zona que en el pasado fue un puesto militar británico durante la Segunda Guerra Mundial y que hoy se ha transformado en una aldea dedicada a la artesanía local. En este lugar es posible observar a los artesanos trabajando en vivo, creando piezas de vidrio soplado, ensamblando joyería de filigrana en plata y tallando piedra caliza típica de la isla. Ta’ Qali es el espacio ideal para apreciar el talento local y encontrar recuerdos únicos que evocan la esencia de Malta.
La experiencia culmina en Mdina, la antigua capital maltesa, situada en lo alto de una colina en pleno centro de la isla. Conocida como la Ciudad del Silencio por sus estrechas y tranquilas callejuelas, Mdina conserva un ambiente medieval que la convierte en uno de los tesoros más preciados del país. Sus murallas ofrecen vistas espectaculares del paisaje maltés, creando un entorno perfecto para relajarse y disfrutar del encanto histórico de esta ciudad amurallada.
Una vez dentro de Mdina, el ambiente sereno y su arquitectura medieval permiten conectar con siglos de historia mientras se exploran sus rincones más emblemáticos. Este final del recorrido ofrece el tiempo ideal para apreciar la atmósfera única de la ciudad y contemplar desde lo alto la belleza del corazón de Malta.